Aftershock es la nueva sensación del cómic independiente norteamericano. Heredera en autores y esencia del mejor independiente de los últimos años, Aftershock ocupa un espacio necesario y desalojado en los últimos años. En los años 90, Vertigo dio un impulso al cómic norteamericano atrayendo nuevos autores que daban un vuelco a géneros demasiado manidos. Desde la reinvención de los superhéroes, la serie negra o la aventura sobrenatural en Watchmen, 100 Balas o Predicador, pasamos a tener un mercado abierto incluso más allá de esa editorial. Algunas como Image, Dark Horse, IDW o Boom han mantenido la filosofía que nació con Vertigo pero pocas se plantearon recuperar su espíritu con la fuerza necesaria.
Aftershock empieza con los autores originales de aquel movimiento, como Garth Ennis, Brian Azzarello, Warren Ellis o Neil Gaiman, al mismo tiempo que se rodea de una nueva generación de creadores como Marguerite Bennett, Cullen Bunn o John Layman
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